Del 20 al 28 de octubre ¡Nos vemos en Morelia!
El Festival Internacional de Cine de Morelia reveló la programación de su edición 2018
Por Loft Cinema / Redacción
Damien Chazelle, Alfonso Cuarón, Pawel Pawlikowski, el presidente de la Academia de Hollywood, John Bailey, y los cineastas mexicanos más destacados estarán presentes a la celebración de los “dulces 16” del Festival de Morelia,, 59 cortometrajes, 11 documentales, 12 obras michoacanas y 11 largometrajes conformarán su selección oficial en una semana de cine ya tradicional para el cine mexicano.
La película El primer hombre en la luna (First Man), dirigida por el ganador del Oscar, Damien Chazelle, se proyectará en la Ceremonia de Inauguración de la 16 edición del FICM, evento que se llevará a cabo la noche del 20 de octubre en Cinépolis Centro Morelia con la presencia del director.
Se presentará en una Gran Gala el estreno en México de Roma, de Alfonso Cuarón, ganadora recientemente del León de Oro en el Festival de Venecia y que representará a México en los premios Oscar y Goya. Por primera vez en su historia, el Festival Internacional de Cine de Morelia otorgará una presea a la excelencia artística a Cuarón, diseñada por el artista michoacano Javier Marín.
La Sección de Largometrajes Mexicanos está conformada por:
Antes del olvido, de Iria Gómez Concheiro
Asfixia, de Kenya Márquez
Bayoneta, de Kyzza Terrazas
La camarista, de Lila Avilés
La caótica vida de nada Kadic, de Marta Hernaiz
Leona, de Isaac Cherem
Luciérnagas, de Bani Khoshnoudi
Museo, de Alonso Ruizpalacios
Las niñas bien, de Alejandra Márquez
Olimpia, de José Manuel Cravioto
El ombligo de Guie’dani, de Xavi Sala
Programación destacada
Los estrenos mexicanos para esta edición son las cintas Perfectos desconocidos, de Manolo Caro; Sonora, de Alejandro Springall; Rencor tatuado, de Julián Hernández; Chivas, de Iván López; y Mi pequeño gran hombre, de Jorge Ramírez Suárez.
Entre los estrenos internacionales resaltan: Colette, de Wash Westmoreland; En guerre, de Stéphane Brizé; Climax, de Gaspar Noé; The Happy Prince, de Rupert Everett; The Old Man & The Gun, de David Lowery; Todos los saben, de Asghar Farhadi; Beautiful Boy, de Felix Van Groeningen; The Eyes of Orson Welles, de Mark Cousins; The Front Runner, de Jason Reitman; The Wild Pear Tree, de Nuri Bilge Ceylan. Además se presentará la película ganadora de la Palma de Oro del pasado Festival de Cannes, Shoplifters, de Hirokazu Kore-eda.
FICM rendirá tributo al cinefotógrafo Alex Phillips con un programa de funciones especiales de: Santa (1931), de Antonio Moreno; La mujer de nadie (1937), de Adela Sequeyro; Doña Bárbara (1943), de Fernando de Fuentes; Aventurera (1950), de Alberto Gout; Subida al cielo (1952), de Luis Buñuel; Sombra verde (1954), de Roberto Gavaldón; y El castillo de la pureza (1973), de Arturo Ripstein.
También este año, FICM presentará un programa especial dedicado a tres actrices mexicanas que dejaron su marca en Hollywood: Dolores del Río, Lupe Vélez y Katy Jurado. John Bailey, presidente de la Academia, presentará el programa, que incluye: In Caliente (1933), de Lloyd Bacon; Mexican Spitfire(1940), de Leslie Goodwins; y Broken Lance (1954), de Edward Dmytryk.
Y con el apoyo de la Film Foundation de Martin Scorsese, el FICM con funciones especiales de Rosita (1923), de Ernst Lubitsch; Prisioneros de la tierra (1939), de Mario Soffici; y Enamorada (1946), de Emilio Fernández.
El aclamado director polaco y gran amigo del festival, Pawel Pawlikowski, regresa a Morelia para presentar el estreno en México de su nueva cinta, Cold War, la cual obtuvo el premio a Mejor Director en el pasado Festival de Cannes.
Igualmente, tendremos el privilegio de contar con la presencia de Paul Weitz, que presentará Bel Canto; Fran Healy, que presentará su documental Almost Fashionable: A Film About Travis; Dan Millar, que presentará en México su documental Botero; y Almudena Carracedo, que presentará su aclamado documental El silencio de los otros.
Te dejamos el cineminuto de esta “dulce” edición:
https://www.youtube.com/watch?v=R9x_5_483fw
ROMA, de Alfonso Cuarón, gana el León de Oro; por segundo año consecutivo un director mexicano alza el máximo galardón de Venecia
Por LOFT CINEMA
Venecia es de los mexicanos. Son tres premios al hilo.
Por segundo año consecutivo, una cinta dirigida por un mexicano logra llevarse el León de Oro como Mejor Película. Se trata de ROMA, realizada por Alfonso Cuarón que hoy fue reconocida en la 75 edición del Festival de Venecia, donde el año pasado Guillermo Del Toro se llevó este mismo premio por The Shape of Water.
Y un año antes, 2016, fue Amat Escalante como Mejor Dirección por La Región Salvaje.
Emocionante, así fue el momento en que el director Alfonso Cuarón recibió el León de Oro máximo premio del Festival Internacional de Cine de Venecia en su edición 75.
Aquí te lo compartimos:
ROMA narra la historia de Cleo y la familia con la que trabaja.
Por Salvador Franco / Enviado
Síguelo Twitter: @Sal_Franco
VENECIA.- Si Alfonso Cuarón ya había explorado su adolescencia con la irreverente Y tu mamá también, y lo que podríamos llamar su primera adultez con la icónica Sólo con tu pareja, ahora hace lo propio con su infancia a través de la entrañable y nostálgica Roma, la cinta que lo tiene por segunda vez compitiendo por el León de Oro de Venecia.Y la explora –o revisita– de la manera más original y genial posible: a través de los recuerdos infantiles en su casa en la Colonia Roma de la Ciudad de México, en la que creció rodeado de las mujeres que lo forjaron no como hombre, sino como ser humano: su nana, su madre y su abuela.
Del universo que compartía con ellas y sus tres hermanos, el cineasta eligió a su nana Libo, una mujer oaxaqueña de raíces mixtecas, para convertirla en la protagonista de un relato hablado en español y mixteco, situado a principios de los años 70 y retratado magistralmente con una poderosa fotografía en blanco y negro que él mismo dirigió.Roma narra la historia de Cleo (la no actriz Yalitza Aparicio), una empleada doméstica que es testigo casi mudo del matrimonio entre el doctor Antonio (Fernando Grediaga) y su esposa Sofía (Marina de Tavira), que desde sus primeras escenas juntos advierte su cercanía al precipicio.La cercanía de la nana con los niños difumina poco a poco la frontera entre el servicio y el afecto, hasta convertirla en un miembro más de la familia, quien pronto conocerá el amor y la decepción “gracias” a Fermín (Jorge Antonio Guerrero), un joven amante de las artes marciales que se aparecerá en su camino para robarse algo más que último tragüito de su Coca-Cola en una lonchería del centro.Es entonces que todo se estremece a su alrededor. Incluyendo la tierra, que sufre un temblor que enmarcará uno de los momentos cruciales de la protagonista.Ese episodio de inestabilidad emocional de los personajes es aprovechado por el cineasta para mostrar la volatilidad social que sufría el país en aquellos años, y que encapsula en la represión estudiantil ordenada por el entonces presidente Luis Echeverría que fue bautizado como El Halconazo en “honor” al grupo paramilitar que lo ejecutó acabando con la vida de más de 100 estudiantes que se manifestaban en las calles.
Resignada a la ausencia de Fermín, Cleo continúa su vida con una familia de la que la hacen parte pero que en el fondo sabe que no pertenece, y que a la vez, le permite asomarse a una clase social que tiene a años luz de distancia. Pero a la que tampoco le interesa pertenecer.Hasta que llega el momento de enfrentar su destino, primero frente al mar en un viaje en familia (sin el padre por supuesto) a las playas de Tuxpan, Veracruz, y después ante ella misma y la fatalidad.Aún sin Emmanuel “Chivo” Lubezki ASC, AMC, su Director de Fotografía en cinco de sus siete largometrajes, Cuarón ofrece planos secuencia memorables e hipnóticos, con una cámara inquieta que no deja flotar para acercarnos cadenciosamente a la acción y sorprendernos en cada paneo que decide ejecutar.Un ejercicio estilístico que el ganador del Oscar por Gravity superó con el respaldo del Director de Fotografía Galo Olivares, que se encargó de operar la cámara Alexa 65 de ARRI con la que se filmó. Roma es a todas luces una película de autor: arriesgada, valiente, poética, nostálgica y personal, profundamente influenciada por el neorrealismo italiano y que tiene cierto sabor del mejor cine de Carlos Reygadas, quien por cierto romperá en este mismo Venecia un ayuno de seis años sin largometraje.
Es además, una carta de amor a una Ciudad de México que, si bien ahora sólo existe en la memoria de los mayores de 50 años, forjó una identidad cultura que sigue resonando en nuestro presente tan fuerte como el clasismo o las manifestaciones sociales y culturales que cada día claman justicia en nuestro país.
Tras los ocho minutos de ovación en la Sala Grande de Venecia, Roma se convirtió de inmediato en candidata al León de Oro, y de paso dio por finalizada la polémica generada en el pasado Festival de Cannes, donde se le negó concursar por la Palma de Oro debido a que fue producida por Netflix, quien se negó a exhibirla comercialmente en los cines franceses.
Parece que el final feliz para Roma está muy cerca de llegar.
ROMA compite en Venecia 2018
*El autor, Salvador Franco, es periodista experto en cine, trotamundos y festivalero de corazón.
Aunque afirmó que lo ideal es que #ROMA se vea en una sala de cine,
el director mexicano defendió la alianza con la plataforma de streaming
Alfonso Cuarón en el Festival de Cine de Venecia
Por Salvador Franco / EnviadoSíguelo en TW:@Sal_Franco
VENECIA.- “¿Cuándo fue la última vez que vieron una película de Bresson en el cine? ¿Y cuándo la última vez que la vieron en un formato doméstico?”, preguntó el cineasta Alfonso Cuarón antes de defender, a capa y espada, su decisión de asociarse con Netflix para la producción de ROMA, su más reciente película.“Tarde o temprano, nuestras películas van a vivir en ese formato. Creo que es bien importante el que siga existiendo la opción, pero no se trata de una cosa con la otra, sino de encontrar modelos más armónicos. Eso es todo”, expresó el cineasta ante medios de comunicación reunidos ayer en Venecia. Cuarón también negó que su sociedad con la plataforma de streaming, que lo marginó de la competencia oficial del Festival de Cannes, limite el estreno de su largometraje en las salas cinematográficas tradicionales, y afirmó que por el contrario, la alianza le dará una visibilidad que no podría conseguir de otra manera.
Alfonso Cuarón en el rodaje de Roma
“Esta película va a ser distribuida en muchísimos territorios, tanto en pantalla (grande) como en plataformas. “Creo que también es un poco injusto hacer ciertos juicios, cuando conocemos perfectamente las complejidades de la realidad de la exhibición y distribución de cine especializado”, pronunció el realizador cuando se le cuestionó sobre la polémica surgida a partir de su relación con Netflix.“Sabemos perfectamente que este tipo de cine, una película en español y mixteco, rodada en blanco y negro, que es un drama y no una película de género, tiene mucha dificultad para encontrar espacios donde pueda tener un gran aparador.“Eso ha sido un gran regalo que hemos tenido de nuestra relación con Netflix”, añadió, tras lo cual recordó que ROMA se rodó en formato digital de 65mm (con la cámara Alexa 65 de ARRI) y un sonido estándar para las salas de cine.“Sí, las condiciones ideales por supuesto que será una sala (de cine) y la gente tendrá la opción de eso.“Ahora lo que es realmente importante es que la película tenga cierto impacto para que con el paso del tiempo no se pierda.
Marina de Tavira en ROMA
“Y eso depende de dos cosas: de que sea buena para que viva con el paso del tiempo y de la consciencia de que existe, y eso es algo de lo que estoy muy agradecido con Netflix en este momento que nos arropado”, finalizó.