El cineastaEmir Kusturica inmortalizó a el ex Presidente de Uruguay José Mujica en el documental ‘El Pepe, una vida suprema’, donde se muestra como un mandatario capaz de inspirar.
El filme aborda el pasado de Mujica por la presidencia de su país entre 2010 y 2015 y cómo se ganó la reputación de hombre del pueblo.
Durante la 75 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, la actriz mexicana Salma Hayek recibió el premio Franca Sozzani por su compromiso social y destacada trayectoria.
El galardón lleva por nombre el de la fallecida editora de la revista de moda Vogue en Italia y que celebra la contribución de las mujeres en el cine. Para recibir el galardón,Salma lució un glamoroso vestido Gucci de estampado floral.
La cita fue en uno de los hoteles más lujosos de Venecia,el Belmond Hotel Cipriani, donde la actriz mexicana recibió el premio en manos de Francesco Carrozzini.
“Muchísimas gracias, me siento honrada de haber recibido el prestigioso premio Franca Sozzani. Fue una noche inolvidable”, expresó.
La veracruzana festejó su cumpleaños número 52, recogió el premio Franca Sozzani e inauguró la muestra audiovisual Yugen en la que participa.
Por Salvador Franco / EnviadoSíguelo en TW:@Sal_Franco
VENECIA.- Salma Hayek se escapó a Venecia en compañía de su esposo François-Henri Pinault para celebrar sus 52 años de vida y también para recibir elFranca Sozzani Award, que le fue entregado en una cena privada en el marco de la edición 75 de la Mostra Internacional de Cine.“¡Feliz cumpleaños a mi! ¡Vieja pero contenta!”, escribió la jarocha en su cuenta de Instagram, en la que colgó otra instantánea con un grupo musical de la Plaza de San Marco que tocaron canciones mexicanas para celebrarla.La originaria de Coatzacoalcos, Veracruz fue reconocida no solamente por su carrera como actriz y productora, sino también por su “incansable compromiso social y de caridad”.La premiación fue precedida por una suntuosa cena en el Belmond Hotel Cipriani, uno de los lugares favoritos de la que por años fuera la editora de Vogue Italia, y en honor a quien se creó el galardón que en su primer año fue recibido por Julian Moore.A celebración acudieron personalidades como el actor Colin Firth y su esposa Livia, Vittorio Grigolo, Claudia Ranieri, Francois-Henri Pinault (esposo de Salma), Caroline Scheufele de Chopard y el reconocido fotógrafo Francesco Carrozzini, que fue el encargado de entregarle el reconocimiento.“Franca es más que nunca una inspiración”, pronunció conmovida Salma ante el aplauso de los presentes.Pero esa no fue la única razón por la que decimos que Salma brilló en Venecia, pues la protagonista de Frida también fue la protagonista de la obra de arte multimedia Yugen, de la artista y directora de cine Martha Fiennes. El proyecto artístico se inauguró este sábado primero de septiembre en la Scuola Grande di San Rocco de Venecia bajo la producción de Tendercapital, y muestra una serie de imágenes creadas a partir de un sofisticado sistema informático llamado SLOimage, que combina el arte y tecnología para dar a luz una creación artística pionera que traspasa las disciplinas como la escultura, la pintura, la fotografía e incluso el videoarte.
El documental del ruso Victor Kossakovsky, que se encuentra fuera de concurso en Venecia, es coproducida por el mexicano Matthias Ehrenberg a través de Río Negro Producciones
Por Salvador Franco / EnviadoSíguelo en TW:@Sal_Franco
VENECIA.- El cineasta ruso Victor Kossakovsky se embarcó en una ambiciosa misión por los glaciares de su país para retratar, a 96 cuadros por segundo, la belleza y el poder del agua convertida en hielo.
El documental, coproducido por el mexicano Matthias Ehrenberg (Gloria, sexo, pudor y lágrimas), está conformado por una serie de vistas (como dirían los hermanos Lumière hace más de 100 años) del gélido paisaje ruso, su deshielo y las prácticamente nula interacción entre el hombre y el agua ene estado sólido.
En la escena más impactante de la cinta, vemos con un dramatismo perturbador cómo una desvencijada camioneta es deglutida por el hielo con todo y sus tripulantes. Segundos después dos de ellos logran escapar a la superficie, perouno más otro queda enterrado en el hielo a pesar de los esfuerzos y la impotencia de otros hombres por rescatarlo.
Kossakovsky mezcla sus contemplativas imágenes con música de heavy metal para intensificar la carga dramática de lo que a todas luces es un ensayo estilístico más que narrativo.
El realizador dedica su audiovisual -que ahora dudo siquiera que sea un documental- dedica su pieza a su colega y paisano Aleksandr Sokúrov, ganador del León de Oro del Festival de Venecia en 2011, un premio al que Kossakovsky no puede aspirar en esta ocasión al encontrarse fuera de concurso.
ROMA narra la historia de Cleo y la familia con la que trabaja.
Por Salvador Franco / Enviado
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VENECIA.- Si Alfonso Cuarón ya había explorado su adolescencia con la irreverente Y tu mamá también, y lo que podríamos llamar su primera adultez con la icónica Sólo con tu pareja, ahora hace lo propio con su infancia a través de la entrañable y nostálgica Roma, la cinta que lo tiene por segunda vez compitiendo por el León de Oro de Venecia.Y la explora –o revisita– de la manera más original y genial posible: a través de los recuerdos infantiles en su casa en la Colonia Roma de la Ciudad de México, en la que creció rodeado de las mujeres que lo forjaron no como hombre, sino como ser humano: su nana, su madre y su abuela.
Del universo que compartía con ellas y sus tres hermanos, el cineasta eligió a su nana Libo, una mujer oaxaqueña de raíces mixtecas, para convertirla en la protagonista de un relato hablado en español y mixteco, situado a principios de los años 70 y retratado magistralmente con una poderosa fotografía en blanco y negro que él mismo dirigió.Roma narra la historia de Cleo (la no actriz Yalitza Aparicio), una empleada doméstica que es testigo casi mudo del matrimonio entre el doctor Antonio (Fernando Grediaga) y su esposa Sofía (Marina de Tavira), que desde sus primeras escenas juntos advierte su cercanía al precipicio.La cercanía de la nana con los niños difumina poco a poco la frontera entre el servicio y el afecto, hasta convertirla en un miembro más de la familia, quien pronto conocerá el amor y la decepción “gracias” a Fermín (Jorge Antonio Guerrero), un joven amante de las artes marciales que se aparecerá en su camino para robarse algo más que último tragüito de su Coca-Cola en una lonchería del centro.Es entonces que todo se estremece a su alrededor. Incluyendo la tierra, que sufre un temblor que enmarcará uno de los momentos cruciales de la protagonista.Ese episodio de inestabilidad emocional de los personajes es aprovechado por el cineasta para mostrar la volatilidad social que sufría el país en aquellos años, y que encapsula en la represión estudiantil ordenada por el entonces presidente Luis Echeverría que fue bautizado como El Halconazo en “honor” al grupo paramilitar que lo ejecutó acabando con la vida de más de 100 estudiantes que se manifestaban en las calles.
Resignada a la ausencia de Fermín, Cleo continúa su vida con una familia de la que la hacen parte pero que en el fondo sabe que no pertenece, y que a la vez, le permite asomarse a una clase social que tiene a años luz de distancia. Pero a la que tampoco le interesa pertenecer.Hasta que llega el momento de enfrentar su destino, primero frente al mar en un viaje en familia (sin el padre por supuesto) a las playas de Tuxpan, Veracruz, y después ante ella misma y la fatalidad.Aún sin Emmanuel “Chivo” Lubezki ASC, AMC, su Director de Fotografía en cinco de sus siete largometrajes, Cuarón ofrece planos secuencia memorables e hipnóticos, con una cámara inquieta que no deja flotar para acercarnos cadenciosamente a la acción y sorprendernos en cada paneo que decide ejecutar.Un ejercicio estilístico que el ganador del Oscar por Gravity superó con el respaldo del Director de Fotografía Galo Olivares, que se encargó de operar la cámara Alexa 65 de ARRI con la que se filmó. Roma es a todas luces una película de autor: arriesgada, valiente, poética, nostálgica y personal, profundamente influenciada por el neorrealismo italiano y que tiene cierto sabor del mejor cine de Carlos Reygadas, quien por cierto romperá en este mismo Venecia un ayuno de seis años sin largometraje.
Es además, una carta de amor a una Ciudad de México que, si bien ahora sólo existe en la memoria de los mayores de 50 años, forjó una identidad cultura que sigue resonando en nuestro presente tan fuerte como el clasismo o las manifestaciones sociales y culturales que cada día claman justicia en nuestro país.
Tras los ocho minutos de ovación en la Sala Grande de Venecia, Roma se convirtió de inmediato en candidata al León de Oro, y de paso dio por finalizada la polémica generada en el pasado Festival de Cannes, donde se le negó concursar por la Palma de Oro debido a que fue producida por Netflix, quien se negó a exhibirla comercialmente en los cines franceses.
Parece que el final feliz para Roma está muy cerca de llegar.
ROMA compite en Venecia 2018
*El autor, Salvador Franco, es periodista experto en cine, trotamundos y festivalero de corazón.