El actor mexicano de 84 años sigue siendo el foco central en San Miguel de Allende
@UrielLg
En el segundo día del Festival Internacional de Cine Guanajuato se dio cita el homenajeado Eric del Castillo para tener una charla más cercana con la prensa y el público en general; entre sus anécdotas él destaca la importancia del teatro para un actor “el público te va orientando; esa es la maravilla del teatro”, dijo el actor.
También recordó su primer acercamiento a la escuela de actuación de Andrés Soler: “Pedí permiso y subí a las aulas, empecé a ver fotografías de María Félix; hermosa, parada en el pórtico de una iglesia, a Pedro Armendáris en La Perla, la familia Soler, en fin; eso fue una especie de vértigo y estaba yo parado en unas tablas (como ahorita), un remolino, un remolino que me levantó y me llevó, y dije: ¡yo quiero ser eso, quiero ser actor hasta que me muera!”.
Inclusive conversó acerca de otra pasión que tiene, además de la actuación, el canto (en especial los populares corridos): “Bueno, sí canto, pero a nadie le gusta” dijo con humor del Castillo. Por esto dijo qué le recomienda a los cantantes “Fíjense en la letra, no nada más se fijen en la voz, oigan, entiendan lo que están cantando. Y yo como actor me voy al argumento, al guión, no me preocupa la voz ni nada; sino simplemente el drama que se está diciendo en el corrido”.
El actor nacido en Guanajuato tiene 60 años de carrera profesional
@UrielLg
El Festival Internacional de Cine Guanajuato tiene cada año una personalidad homenajeada, este año fue el turno del actor de 80 años de edad, Eric del Castillo, quien tiene entre sus números personales más de 300 películas.
Como parte del homenaje el actor recorrió las calles de San Miguel de Allende a bordo de un carruaje, siempre acompañado de su esposa Kate, después, en el Teatro Ángel Peralta recibió la Cruz de Plata de manos de la directora del Festival Sarah Hoch y de autoridades de la entidad.
Una trayectoria llena de cine con cintas que lo dieron a conocer como el actor que hoy en día es, la primera fue El Tunco Maclovio (1969), western en el que compartió créditos con Julio Alemán y Mario Almada; Cruces sobre el Yermo (1967) y Todo por Nada (1968). Un hombre ‘carro completo’ en el arte dramático, Del Castillo ha llevado guiones a la pantalla grande, sí, también escribe, y estos son los largometrajes que llevó de la pluma a la película: Víbora caliente (1976), también la adaptación de El extraño hijo del sheriff (1982) y los últimos trabajos escritos fueron Muerte a la mafia (1994) y Carros robados (1998).
Es recordado también por sus participaciones en series de televisión y claro, en telenovelas mexicanas las cuales marcaron época; y si no es suficiente, tiene en su haber 40 obras de teatro.
Por estas y otras tantas razones más es el homenajeado principal del GIFF en su 18 edición.