Por Nancy Medina/@NanMedina25
Cuando lo virtual se convierte en lo real y lo real en lo virtual, las emociones, acciones y pensamientos que se crean en una persona la sensibilizan de tal forma que llega a comprender al “otro”. A través de la instalación virtual “CARNE Y ARENA” del mexicano Alejandro G. Iñarritú, se busca de alguna manera, experimentar durante 6 minutos y medio un recorrido en la vida de un inmigrante.
“Durante los cuatro años en los que el proyecto estuvo creándose en mi mente, tuve el privilegio de conocer y de entrevistar a inmigrantes mexicanos y centroamericanos. Sus historias de vida me atraparon, así que decidí invitarlos a colaborar conmigo en esto. Mi intención es que a través de la realidad virtual y el uso del espacio se rompan esas barreras en donde el visitante solo va y observa, quiero que viva la experiencia de caminar en los zapatos de un inmigrante, en su piel y en sus corazones. Busco explorar la condición humana por medio de este proyecto. Adapté los eventos narrados por las personas durante el cruce de la frontera, empecé a escribir y construí un escenario multi-narrativo que integra etnografía semi-ficcionalizada”, menciona Iñarritú.
El proyecto, presentado en la selección oficial del Festival de Cannes 2017, sigue generando revuelo, pues es una pieza centrada en una situación que debería preocupar al mundo entero: la inmigración y lo que ésta representa. Además, hace que el espectador, quien pasa uno por uno, deje de serlo y viva en carne propia el terror, la angustia, en fin, el sentir de las personas que día a día arriesgan sus vida buscando algo mejor.
“Ninguna experiencia en CARNE Y ARENA va a ser igual para los visitantes. Creamos un espacio alterno muy realista en donde el visitante camina al lado de los inmigrantes (y en sus mentes) con una infinidad de posibilidades y de perspectivas dentro de un paisaje vasto, en donde vas bajo tus propios términos”, comentó el director.
Esta vivencia producida por Mary Parent, está construida con imágenes del multipremiado Emmanuel –El Chivo- Lubezki e ILMxLAB, quienes documentaron las cuentas de personas verdaderas (indocumentados) a través de los avatares de la instalación para hacer más realista esta experiencia irreal.
Tras esos cuatro años, la travesía de Iñarritú llegó a su fin con este proyecto y reafirmó su apoyo incondicional para las personas que han pasado, pasan y pasarán por esta ardua situación.
“La experiencia fue catártica y emocional. Finalmente, después de muchos años, las memorias y recuerdos de estas personas se hacen públicos”.
Se presentará en el Deposito de la Fondazione Prada en Milán del 7 de junio del presente año y estará abierta al público hasta el 15 de enero del 2018.
Para entrar a vivir esta pieza de arte se tiene que hacer reservación previa. Si están en Italia y quieren ir, necesitan más información o tienen preguntas, dejamos el link a donde pueden comunicarse para resolver:
http://www.fondazioneprada.org/project/carne-y-arena