En ‘El Bar’, nuevo filme del cineasta bilbaíno que se presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, la pantalla se llena de aceite, traiciones y humor negro para retratar la inmundicia que somos capaces de generar los seres humanos… Incluso haciendo guiones
Por Enrique González R. / @enriqueglez
Staff @LoftCinema Que Álex de la Iglesia tiene poca fe en la humanidad y esto, en lugar de ponerlo dramático le hace mucha gracia, ha quedado clarísimo a lo largo de su filmografía (El Día de la Bestia, Perdita Durango, Las brujas de Zugarramurdi, o Crimen ferpecto).
El humor de este orondo y prolífico cineasta, nacido en Bilbao en 1965 –quien incluso se atrevió a hacer un documental sobre Lionel Messi, referencia del futbol mundial– le ha granjeado la admiración de hordas de cinéfilos en toda Iberoamérica. Soez, guarro, cutre, desparpajado, anarco-punk, fumao e i-rre-ve-ren-te, son adjetivos que fácilmente se localizan en las reseñas que de su cine pululan en la red y que explican a la perfección el lleno absoluto en la Sala 2 del complejo Sania, una de las principales sedes de la 32 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
¿Cuál era la promesa la tarde de ese lunes 13 de marzo? El estreno en México de ‘El Bar’ (incluso antes que en la Madre Patria, donde la esperan hasta el 24), la historia de un montón de arquetipos españoles que, si los nombráramos como una lotería mexicana serían sin problemas: El Hipster, La Dama, El Indigente Apocalíptico, El Camarero, La Arpía y Los Desechables, quienes por extrañísimas razones nunca antes exploradas en el cine deben convivir durante muchas y angustiantes horas en el citado bar.
‘El Bar’ como microcosmos de un mundo enfermo, egoísta y violento. ‘El Bar’ como experimento social listo para ser filmable. ‘El Bar’ como recurso para hacer reír y pensar a la audiencia. ‘El Bar’ como pretexto para volver a reunir a sus queridísimos amuletos en años recientes: Blanca Suárez, Mario Casas, Carmen Machi y, por supuesto, Jaime Ordóñez; cuyo repertorio de ojos saltones, gritos bíblicos y amenazas con litros de saliva incluida deben haber hecho reír mucho al staff, a la sala de Guadalajara… no tanto.
Algunas risas por aquí y por allá, gracias a un póker de ‘gags’ bien colocados. Algunas arcadas llenas de asco cuando alguien debía sumergirse en ‘mierda’ –literal y metafóricamente–para salvar el pellejo. Es verdad. La humanidad, muchas, pero muchas veces da asco ¿quién se atreve a dudarlo?
De la Iglesia, ya nos avisa de sus intenciones en este sentido con los créditos de inicio, mostrándonos unas deliciosas y microscópicas imágenes de piojos, ácaros, larvas y demás parásitos que viven en nuestras cabezas, pestañas, pies y entrepiernas, alimentándose a nuestras costillas, chupándonos la sangre.
Gente de muy distintas calañas encerrada contra su voluntad en un reducido espacio… Antes de salir de la sala uno no puede evitar pensar en El Ángel Exterminador, y como Álex de la Iglesia nos ha hecho reír tantas veces en el pasado, es preferible no pensar en qué parte del cuerpo de esa obra maestra de Luis Buñuel viviría ‘El Bar’.
Aquí te dejamos el trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=AuehExCNjko
El Bar
Álex de la Iglesia, España, 2017
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