La vida de la pintora expresionista Paula Modersohn-Becker es retratada en la cinta que se exhibe en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, dentro de las obras invitadas del país homenajeado
Por Enrique González R. / @enriqueglez
Staff @LoftCinema “Fue la primera artista en tener un museo dedicado únicamente a su obra”, afirma el filme. ‘Paula’, que llegó al FICG 32 en el buque del país invitado de honor, Alemania, aborda la vida de la pintora expresionista Paula Modersohn-Becker
Estamos en los primeros latidos del Siglo XX y lo que sus maestros de pintura le susurran al oído a Paula Becker –hay momentos en que no se sabe si la quieren llevar a la cama o mostrarle los secretos de pintar una naturaleza muerta– resuenan dolorosa y trágicamente contemporáneos. De haber tenido Twitter, quién sabe qué habrían escrito en esos profesores de la entonces célebre escuela germana de Worpswede.
“Usted no sabe pintar, usted debería irse a la cocina, el artista no debe andar por ahí plasmando sus sentimientos en la tela, Fräulein Becker, no, no, no. El artista debe representar al mundo ‘TAL COMO ES’, es decir, con precisión y exactitud”.
Así empieza su andar el largometraje dirigido por Christian Schwochow, uno de los más de 40 que fueron elegidos para proyectarse en las salas del Festival de Cine Internacional en Guadalajara como parte de la avanzada de Alemania, país invitado de honor de la trigésimo segunda edición del encuentro fílmico que organiza la Universidad de Guadalajara.
Las películas de ficción que deciden aventurarse en la vida de aquel presidente, el famoso artista, el cínico y mal amigo fundador de Facebook o aquella reina de Inglaterra, suelen discurrir por dos senderos clásicos: o se ciñen con rigor de viejo historiador a los datos y a la narración lineal con la secreta intención de que algún día las proyecten todas las escuelas primarias o se desmelenan y agarran unos cuantos hechos comprobables para luego añadirles capas de drama, humor o pura y llana reinvención de “la realidad” y así crear una atmósfera y un estilo propios, sin temor de La Historia, en mayúsculas.
‘Paula’ pertenece a esta segunda categoría. Y se agradece. La “histeria femenina” con que se diagnosticaba en aquella época a cualquier fémina que osara expresar sus opiniones, dedicarse a otra cosa que no fuera tener hijos y cocinar, es mostrada por el director con una sutileza que la aleja de cualquier intento de panfleto feminista que, por sí mismo, pudiera desviarnos la atención de lo que Schwochow intenta hacer y en varios momentos consigue: buen cine.
Ella pintará. Ella desoirá a sus tutores. Ella se enamorará y se casará para sumarle el Modelsohn a su apellido. Ella renegará de los convencionalismos artísticos y del aburrido campo del norte alemán, muchos años antes de que la nación se lanzara a su primera y desastrosa aventura bélica del siglo pasado. Ella escuchará con atención el inevitable llamado del París de Cézanne y Picasso. Ella vivirá un periplo profundamente humano que el director ni enaltece, ni juzga, ni romantiza, simple y llanamente filma con buen ritmo y mejor fotografía.
No son pocos los planos en los que la cinta se transforma en un óleo en movimiento para rendirle homenaje a lo mejor de la pintura alemana del XIX y los primeros albores del XX sin regodearse en ella, sino aprovechándola para que la historia de Paula avance sin pausa, pero sin prisa hacia un final que, aunque predecible debido al contexto histórico, se convierte en un sonoro megáfono para avisarle a no pocas personas que esas oscuras épocas no han quedado en el pasado.
Paula
Christian Schwochow, Alemania, 2016
El actor afirma en su visita al Festival Internacional de Cine de Guadalajara que no comparte la idea de los muros que ha propuesto Donald Trump
Willem Dafoe en Guadalajara
Staff @LoftCinema
Willem Dafoe ya se siente un poco mexicano, por lo menos así lo demostró en su reciente visita a Guadalajara para ofrecer un Master Class en el Festival Internacional de Cine, que este año cumple 32 ediciones.
“Estuve en Morelia el año pasado porque es un gran Festival, estoy en Guadalajara porque es un gran Festival”, señaló el actor de ‘La última Tentación de Cristo’.
Hace apenas unas semanas concluyó su participación en la cinta independiente Opus Zero, filmada en Real de Catorce, San Luis Potosí, y para unirse al discurso que ha permeado al festival desde que se inauguró, el viernes pasado, anti muros y Trump, afirmó que “está con México”.
“Durante la inauguración del Festival incluso pensé: esto se va a convertir en un rally anti-Trump”, señaló ante la prensa internacional reunida en el Museo de las Artes de Guadalajara, sede del festival.
“Sí, es verdad, vengo de Estados Unidos y tengo un pasaporte estadounidense, pero también soy italiano. Así es que estoy con ustedes. Mi mente está fuera de Estados Unidos a pesar de que yo vivo allá”, añadió el intérprete del Duende Verde.
“No pretendo conocer el cine mexicano a profundidad, porque más allá de los festivales, es solamente a través de mis amigos que puedo conocer películas de muy bajo presupuesto pero sumamente interesantes”, mencionó emocionado y cordial.
“Hay una energía, un optimismo y un gran sensación del cine. Y yo voy a donde está la acción. Por eso me gusta sentirme como un ciudadano del mundo, he trabajado en muchos países, pero en México tienen una buena onda que me atrae mucho”, mencionó.
El actor fue uno de los que engalanaron la fiesta tapatía del cine que seguirá durante toda la semana, y que siempre convoca a la mayor comunidad cinematográfica del país e invitados internacionales.
El director alemán de origen turco Fatih Akin fue el designado para inaugurar la edición 32 del FICG con la comedia, Tschick.
El filme nos cuenta la historia de Maik, un joven de 14 años que decide irse de viaje con un compañero en un coche robado.
Aquí la Cinecrítica de @Sal_Franco
En ‘El Bar’, nuevo filme del cineasta bilbaíno que se presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, la pantalla se llena de aceite, traiciones y humor negro para retratar la inmundicia que somos capaces de generar los seres humanos… Incluso haciendo guiones
Por Enrique González R. / @enriqueglez
Staff @LoftCinema Que Álex de la Iglesia tiene poca fe en la humanidad y esto, en lugar de ponerlo dramático le hace mucha gracia, ha quedado clarísimo a lo largo de su filmografía (El Día de la Bestia, Perdita Durango, Las brujas de Zugarramurdi, o Crimen ferpecto).
El humor de este orondo y prolífico cineasta, nacido en Bilbao en 1965 –quien incluso se atrevió a hacer un documental sobre Lionel Messi, referencia del futbol mundial– le ha granjeado la admiración de hordas de cinéfilos en toda Iberoamérica. Soez, guarro, cutre, desparpajado, anarco-punk, fumao e i-rre-ve-ren-te, son adjetivos que fácilmente se localizan en las reseñas que de su cine pululan en la red y que explican a la perfección el lleno absoluto en la Sala 2 del complejo Sania, una de las principales sedes de la 32 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
¿Cuál era la promesa la tarde de ese lunes 13 de marzo? El estreno en México de ‘El Bar’ (incluso antes que en la Madre Patria, donde la esperan hasta el 24), la historia de un montón de arquetipos españoles que, si los nombráramos como una lotería mexicana serían sin problemas: El Hipster, La Dama, El Indigente Apocalíptico, El Camarero, La Arpía y Los Desechables, quienes por extrañísimas razones nunca antes exploradas en el cine deben convivir durante muchas y angustiantes horas en el citado bar.
‘El Bar’ como microcosmos de un mundo enfermo, egoísta y violento. ‘El Bar’ como experimento social listo para ser filmable. ‘El Bar’ como recurso para hacer reír y pensar a la audiencia. ‘El Bar’ como pretexto para volver a reunir a sus queridísimos amuletos en años recientes: Blanca Suárez, Mario Casas, Carmen Machi y, por supuesto, Jaime Ordóñez; cuyo repertorio de ojos saltones, gritos bíblicos y amenazas con litros de saliva incluida deben haber hecho reír mucho al staff, a la sala de Guadalajara… no tanto.
Algunas risas por aquí y por allá, gracias a un póker de ‘gags’ bien colocados. Algunas arcadas llenas de asco cuando alguien debía sumergirse en ‘mierda’ –literal y metafóricamente–para salvar el pellejo. Es verdad. La humanidad, muchas, pero muchas veces da asco ¿quién se atreve a dudarlo?
De la Iglesia, ya nos avisa de sus intenciones en este sentido con los créditos de inicio, mostrándonos unas deliciosas y microscópicas imágenes de piojos, ácaros, larvas y demás parásitos que viven en nuestras cabezas, pestañas, pies y entrepiernas, alimentándose a nuestras costillas, chupándonos la sangre.
Gente de muy distintas calañas encerrada contra su voluntad en un reducido espacio… Antes de salir de la sala uno no puede evitar pensar en El Ángel Exterminador, y como Álex de la Iglesia nos ha hecho reír tantas veces en el pasado, es preferible no pensar en qué parte del cuerpo de esa obra maestra de Luis Buñuel viviría ‘El Bar’.
Aquí te dejamos el trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=AuehExCNjko
El Bar
Álex de la Iglesia, España, 2017