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El actor afirma en su visita al Festival Internacional de Cine de Guadalajara que no comparte la idea de los muros que ha propuesto Donald Trump
Willem Dafoe en Guadalajara
Staff @LoftCinema
Willem Dafoe ya se siente un poco mexicano, por lo menos así lo demostró en su reciente visita a Guadalajara para ofrecer un Master Class en el Festival Internacional de Cine, que este año cumple 32 ediciones.
“Estuve en Morelia el año pasado porque es un gran Festival, estoy en Guadalajara porque es un gran Festival”, señaló el actor de ‘La última Tentación de Cristo’.
Hace apenas unas semanas concluyó su participación en la cinta independiente Opus Zero, filmada en Real de Catorce, San Luis Potosí, y para unirse al discurso que ha permeado al festival desde que se inauguró, el viernes pasado, anti muros y Trump, afirmó que “está con México”.
“Durante la inauguración del Festival incluso pensé: esto se va a convertir en un rally anti-Trump”, señaló ante la prensa internacional reunida en el Museo de las Artes de Guadalajara, sede del festival.
“Sí, es verdad, vengo de Estados Unidos y tengo un pasaporte estadounidense, pero también soy italiano. Así es que estoy con ustedes. Mi mente está fuera de Estados Unidos a pesar de que yo vivo allá”, añadió el intérprete del Duende Verde.
“No pretendo conocer el cine mexicano a profundidad, porque más allá de los festivales, es solamente a través de mis amigos que puedo conocer películas de muy bajo presupuesto pero sumamente interesantes”, mencionó emocionado y cordial.
“Hay una energía, un optimismo y un gran sensación del cine. Y yo voy a donde está la acción. Por eso me gusta sentirme como un ciudadano del mundo, he trabajado en muchos países, pero en México tienen una buena onda que me atrae mucho”, mencionó.
El actor fue uno de los que engalanaron la fiesta tapatía del cine que seguirá durante toda la semana, y que siempre convoca a la mayor comunidad cinematográfica del país e invitados internacionales.
El director alemán de origen turco Fatih Akin fue el designado para inaugurar la edición 32 del FICG con la comedia, Tschick.
El filme nos cuenta la historia de Maik, un joven de 14 años que decide irse de viaje con un compañero en un coche robado.
Aquí la Cinecrítica de @Sal_Franco
En ‘El Bar’, nuevo filme del cineasta bilbaíno que se presenta en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, la pantalla se llena de aceite, traiciones y humor negro para retratar la inmundicia que somos capaces de generar los seres humanos… Incluso haciendo guiones
Por Enrique González R. / @enriqueglez
Staff @LoftCinema Que Álex de la Iglesia tiene poca fe en la humanidad y esto, en lugar de ponerlo dramático le hace mucha gracia, ha quedado clarísimo a lo largo de su filmografía (El Día de la Bestia, Perdita Durango, Las brujas de Zugarramurdi, o Crimen ferpecto).
El humor de este orondo y prolífico cineasta, nacido en Bilbao en 1965 –quien incluso se atrevió a hacer un documental sobre Lionel Messi, referencia del futbol mundial– le ha granjeado la admiración de hordas de cinéfilos en toda Iberoamérica. Soez, guarro, cutre, desparpajado, anarco-punk, fumao e i-rre-ve-ren-te, son adjetivos que fácilmente se localizan en las reseñas que de su cine pululan en la red y que explican a la perfección el lleno absoluto en la Sala 2 del complejo Sania, una de las principales sedes de la 32 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
¿Cuál era la promesa la tarde de ese lunes 13 de marzo? El estreno en México de ‘El Bar’ (incluso antes que en la Madre Patria, donde la esperan hasta el 24), la historia de un montón de arquetipos españoles que, si los nombráramos como una lotería mexicana serían sin problemas: El Hipster, La Dama, El Indigente Apocalíptico, El Camarero, La Arpía y Los Desechables, quienes por extrañísimas razones nunca antes exploradas en el cine deben convivir durante muchas y angustiantes horas en el citado bar.
‘El Bar’ como microcosmos de un mundo enfermo, egoísta y violento. ‘El Bar’ como experimento social listo para ser filmable. ‘El Bar’ como recurso para hacer reír y pensar a la audiencia. ‘El Bar’ como pretexto para volver a reunir a sus queridísimos amuletos en años recientes: Blanca Suárez, Mario Casas, Carmen Machi y, por supuesto, Jaime Ordóñez; cuyo repertorio de ojos saltones, gritos bíblicos y amenazas con litros de saliva incluida deben haber hecho reír mucho al staff, a la sala de Guadalajara… no tanto.
Algunas risas por aquí y por allá, gracias a un póker de ‘gags’ bien colocados. Algunas arcadas llenas de asco cuando alguien debía sumergirse en ‘mierda’ –literal y metafóricamente–para salvar el pellejo. Es verdad. La humanidad, muchas, pero muchas veces da asco ¿quién se atreve a dudarlo?
De la Iglesia, ya nos avisa de sus intenciones en este sentido con los créditos de inicio, mostrándonos unas deliciosas y microscópicas imágenes de piojos, ácaros, larvas y demás parásitos que viven en nuestras cabezas, pestañas, pies y entrepiernas, alimentándose a nuestras costillas, chupándonos la sangre.
Gente de muy distintas calañas encerrada contra su voluntad en un reducido espacio… Antes de salir de la sala uno no puede evitar pensar en El Ángel Exterminador, y como Álex de la Iglesia nos ha hecho reír tantas veces en el pasado, es preferible no pensar en qué parte del cuerpo de esa obra maestra de Luis Buñuel viviría ‘El Bar’.
Aquí te dejamos el trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=AuehExCNjko
El Bar
Álex de la Iglesia, España, 2017
Por Antonio Álvarez / @LoftCinema
Los puentes de intercambio entre los países se han dado de distintas maneras. El cine como medio de comunicación ha sido un puente sólido que ha acercado al mundo desde imágenes documentales para reflejar las diversas realidades del lugar que habitamos como seres humanos. Este intercambio sigue vigente y vigoroso a través de los Festivales de Cine, el encuentro perfecto, donde convergen y divergen historias que muestran realidades, imaginarios, reflejos, denuncias, culturas; al individuo y la sociedad. El año pasado el Festival de Cine de Berlín llegó a Morelia con el Berlinale Spotlight con lo mejor de la programación del Festival Alemán, que incluyó a la Ganadora del Oso de Oro, Foucoummare. Ahora con motivo del año dual México-Alemania y como Invitado de Honor del Festival de Guadalajara, Alemania presenta una curaduría de producciones alemanas, europeas y latinoamericanas que fueron presentadas en la Berlinale. Este año la programación del FICG se engalana con la diversidad del Festival alemán. Estos son algunos de los títulos imperdibles.
Jonathan, de Piotr J. Lewandowski
Compitió hace un año en la sección Panorama de la Berlinale por el Premio Teddy, ahora contiende en Guadalajara por el Premio Maguey. Este drama alemán es una historia emocional que combina un estilo visual crudo y a la vez esplendoroso. Situada en la Alemania rural, Jonathan es un joven de 24 años que cuida de su padre enfermo quien padece un cáncer terminal. Antes de que este fallezca, él intentará sacar a la luz secretos de familia que estuvieron resguardados por mucho tiempo y que incluye la revelación de la verdadera sexualidad de su padre.
La Libertad del Diablo, de Everardo González
Fue presentado en la sección Berlinale Specials junto a películas como The Young Karl Marx de Raoul Peck, Maudie de Aisling Walsh, protagonizada por Sally Hawkins y Ethan Hawke y La Reina de España de Fernando Trueba. El documental dirigido por el documentalista multipremiado (Los Ladrones Viejos, Cuates de Australia) se acerca desde la fragilidad de la psique humana al terror que la guerra contra las drogas en México ha provocado en su población. Los testimonios están escondidos detrás de una máscara donde se revelan las atrocidades de los victimarios y el padecimiento de las víctimas en un ritmo pausado que hace eco. El filme fue galardonado con el Premio de Amnistía Internacional en el marco de la Berlinale y compitió por el Premio Glashüte al Mejor Documental Original que ganó el documental Istiyad Ashbah de Raed Andoni. El filme compite ahora en el FICG por el Premio Mezcal (Competencia Oficial) junto a filmes como Sueño En Otro Idioma (Ernesto Contreras), Bruma (Max Zunino), Los Crímenes del Mar del Norte (José Buil), entre otros.
Those Who Make Revolution Halfway Only Dig Their Own Graves de Mathieu Denis, Simon Lavoie
Filme canadiense que se sitúa después del movimiento “Maple Spring” de Quebec, donde cuatro amigos continúan esta lucha por su cuenta a través de actos de terrorismo que buscan la posibilidad de un mejor futuro con oportunidades para todos. El filme presenta sus ideales vehementemente a la vez que muestra su fragilidad ante una realidad que continuamente se sale por la tangente. Destaca la vitalidad de sus protagonistas y la factura íntima de los realizadores ante un contexto revolucionario. El público acompañará a los subversivos sin poderlos parar. La película compitió en la sección Generation 14 plus de la Berlinale, donde se incluyen propuestas para el público más joven de la Berlinale. En el FICG compite por el Premio Maguey.
Últimos Días en la Habana, de Fernando Pérez
Retrato íntimo y emotivo sobre la soledad, la muerte, el abandono y el anhelo. Aborda la historia de la relación de amistad entre Miguel y Diego, el primero sueña con irse a Nueva York, mientras el segundo pasa sus últimos días postrado en su cama por una enfermedad terminal. Los personajes confiesan sin tapujos ni pretensiones, sus aspiraciones y sus sueños en un ciudad que está por transformarse. El fIlme en forma de ficción también participó en la sección Berlinale Special curada principalmente por el director del Festival, Dieter Kosslick, compitió por el Premio Teddy y ahora compite en el FICG por el Premio Maguey y en la Competencia Oficial de Largometraje Iberoamericano.
El Pacto de Adriana, de Lissette Orozco
Documental chileno que desde las nuevas tecnologías hace una investigación íntima sobre Adriana Rivas, ex secretaria de Manuel Contreras, quien estaba al mando de la DINA, célula encargada de desaparecer y torturar a enemigos del Estado durante la dictadura chilena. Adriana también es tía de la realizadora, quien hace un intento por entender los motivos de su pariente y de llegar hasta el fondo de la verdad. “Un debut extremadamente personal donde la directora intenta balancear su papel como documentalista y como familiar”. El documental participó en la sección Panorama Dokumente de la Berlinale y compite por el Premio de Documental Iberoamericano del FICG.
Chavela, de Catherine Gund
Como parte de la sección Panorama Dokumente de la Berlinale, este documental se presenta en la sección de estrenos internacionales del FICG. Muestra la historia de la intérprete mexicana de canciones rancheras, Chavela Vargas, en un retrato personal que se cuenta a través de entrevistas realizadas a la propia cantante y a amigos cercanos como Pedro Almodóvar, quien la hizo resurgir en los años noventa y ahora ofrece su testimonio como amigo para celebrar su legado como artista apasionada y revolucionaria. El documental estuvo nominado al Premio Teddy 2017.
Alemania como invitado de honor, también presenta otros títulos como The Misandrists y Ulrkike’s Brain del célebre director queer Bruce la Bruce, donde se abordan temas como el feminismo y la lucha constante entre la derecha y la izquierda política de Alemania. Destaca también Looping de Leonie Krippendorff un drama sobre tres mujeres contemporáneas que se unen ante la tragedia y el abuso y la nominada al Óscar a Mejor Película, Toni Erdmann, de Maren Ade, sobre la incómoda relación entre padre e hija después de haber perdido contacto durante mucho tiempo. La selección de filmes es actual, vigente y pertinente. Alemania celebra la diversidad del mundo a través de su propio cinematografía pero también reconociendo la autenticidad de las otras miradas para converger en una forma real y completa de lo que implica ser humano y habitar en este espacio y tiempo.
